Búsqueda incesante


Normalmente creemos que vivir en ignorancia es negativo para nosotros, solemos pensar que erradicar la ignorancia debe ser una premisa, no podemos lidiar con la idea de que seamos ignorantes, es simplemente inaceptable. 

Sin embargo, vivimos una existencia donde la ignorancia es una constante, una compañera en nuestro camino, en nuestra aventura en el cosmos. Aceptar el desconocimiento que tenemos, reconocer el velo que cubre los secretos de la vida misma, es un paso importante para la realización humana.  


Debido a que no somos tan especiales como nos gusta creer, es que hay tanto que escapa a nuestro entendimiento; al final, no somos mucho más que una especie animal que se desarrolla en planeta hermoso, dentro de la bastedad del universo observable. 

Durante todo el periodo de vida que la humanidad lleva recorrido hasta el momento, hemos convivido de la mano con la ignorancia, siempre buscando saciar nuestra hambre de conocimiento. Somos una especie que ha descubierto el poder de la ciencia, el poder del método científico, el valor de la observación y la experimentación. A cada paso que damos, desvelamos un poco los secretos de la existencia; nos fortalecemos más con cada bit de información que almacenamos.   

No obstante, debemos ser humildes de corazón, es prudente mantener en nuestro horizonte la noción de que no lo sabemos todo, que existe una realidad plagada de incontable conocimiento ajeno a nuestro entendimiento. Cuando el ser humano domesticó el fuego, pudo usarlo para su beneficio; poner una manifestación energética de la naturaleza a su servicio, cambió para bien su dieta, y por ende mejoró directamente su vida y sus perspectivas evolutivas. 

Logramos saber que el fuego mejora el sabor de los alimentos, haciéndolos más fáciles de comer; observamos como el resto de la vida animal, casi sin excepción, teme al fuego; notamos que después de una incendio forestal, la vida vegetal literalmente renace de las cenizas. Sin embargo, durante mucho tiempo, no entendimos como es que estos hechos suceden, no conocíamos las fuerzas ocultas, las leyes de la naturaleza, de la creación, de la existencia.

Aún viviendo en ignorancia podemos sacar provecho de la generosidad de la vida, puesta está esta colmada de oportunidades esperando a que una mente vivaz las alcance. El vivir con la constante de no saberlo todo, debe ser una motivación para llegar más lejos, de seguir observando, de seguir experimentando. La búsqueda del conocimiento debe ser una empresa que jamás cese. 

#InternaMente
#Existencia
#Reflexión

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