A la defensa del ser virtual
Los tiempos del viejo oeste han llegado a su fin en Silicon
Valley, o al menos pudiera ser el principio del camino rumbo a una industria mejor
regulada. La forma en que algunos de los gigantes de la tecnología aprovechan
su posición y acceso a información personal para hacer negocio, por fin ha
acaparado suficiente atención, y ahora esas prácticas están siendo juzgadas por
tribunales federales en EU.
La información es poder, de
modo que esta tiene un valor incalculable, permite perfilar a las masas,
detectar posibles consumidores, explotar o crear un nicho mercado, generar
plata, dinero; todo un santo grial. Vale la pena emprender una cruzada a cambio
de conocimiento, la tentación de explotar su potencial es irresistible.
Llevamos una existencia que va
más allá de nuestra vida biológica, donde somos parte de un universo paralelo,
uno digital. Donde somos bits de información contenida en un disco duro; hemos
creado una realidad alternativa con infinidad de formación almacenada, quienes
somos, donde hemos vivido, que nos gusta, quienes son nuestros parientes y
seres queridos, un mundo de datos que se recaban y acumulan a cada “like”.
Es por ello que crear
lineamientos que regulen la forma en que se trata la información personal, sin
duda es buena idea. Se debe dar certeza a las personas sobre el manejo de sus
datos, de modo que las intromisiones ilegales en los mismos, se reduzcan. Debe haber
estructuras que aseguren la privacidad de los ciudadanos virtuales, debemos
proteger a nuestros avatares a cualquier precio.
#InternaMente
#SociedadYTecnología
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