El inicio de una tragedia

El siglo iba ya avanzado, cuando una especie, habitante de una luna en el cinturón de orión, evolucionó al punto en el cual era capaz de modificar su entorno;  llegaron a ser capaces de afectar para bien o para mal aquel lugar donde habitaban. Los Tigris habían iniciado su existencia como un ser más en el árbol de la vida, sin embargo, habían llegado a ser con el tiempo, la fuerza dominante del entorno.  

El progreso fue el pretexto perfecto para omitir los efectos secundarios en el ambiente de la actividad tigriana. La permanente búsqueda de energía, que impulse la maquinaria del desarrollo, derivó en la generación de gases de efecto invernadero; los cuales al acumularse en cierta proporción, ocasionan que el planeta retenga calor.

No era el único pecado de los tigrianos, también habían contaminado por siglos los océanos y demás cuerpos acuosos. No habían muchos lugares que hubiesen escapado a la huella mortal del progreso tigriano. El apetito por la carne, el deseo de construir imperios, el desdén hacia otras criaturas; habían llevado a la especie dominante a extinguir a un sin número de otros habitantes de la hermosa luna. 

Cada año las condiciones meteorológicas se hacían más extremas, los huracanes y sequías afectaban por todos lados; cada rincón de aquel lugar se había transformado en un nicho de expresión para las manifestaciones naturales más poderosas jamás vistas; todas energizadas por el calor extra de la atmósfera.

Los seres de ciencia no se quedan callados, usando datos obtenidos de la observación y experimentación, hacen llamados a los lideres; deben generarse políticas que modifiquen ciertos aspectos del vivir tigriano. El objetivo es evitar un escenario insostenible a futuro, la elección parece sencilla; sin embargo, los intereses de algunos ricos y poderosos, superaron a la objetividad y no se hace nada.

En uno de los polos de la luna, una zona casi permanentemente abrazada por el frió, un gigantesco glaciar se mueve, lentamente, casi imperceptiblemente; triturando rocas y todo lo que se atraviese en su camino. Algo es diferente, el ambiente es un poco menos frío que de costumbre en esa época del año, el glaciar llega a la costa y se encuentra con el agua, un sonido ronco se oye a la distancia, un titánico bloque de hielo del tamaño de un gran país, se ha separado del casquete polar y es ahora un mega iceberg, que navega en con las corrientes oceánicas, con rumbo desconocido.


Es el primero de muchos, tan solo una manifestación de lo que está por venir.

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#CalentamientoGlobal
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