El inicio de una tragedia
El siglo iba ya avanzado, cuando una especie, habitante de una luna en
el cinturón de orión, evolucionó al punto en el cual era capaz de modificar su
entorno; llegaron a ser capaces de
afectar para bien o para mal aquel lugar donde habitaban. Los Tigris habían
iniciado su existencia como un ser más en el árbol de la vida, sin embargo,
habían llegado a ser con el tiempo, la fuerza dominante del
entorno.

No era el único pecado de los tigrianos, también habían contaminado por
siglos los océanos y demás cuerpos acuosos. No habían muchos lugares que
hubiesen escapado a la huella mortal del progreso tigriano. El apetito por la
carne, el deseo de construir imperios, el desdén hacia otras criaturas; habían
llevado a la especie dominante a extinguir a un sin número de otros habitantes
de la hermosa luna.
Cada año las condiciones meteorológicas se hacían más extremas, los
huracanes y sequías afectaban por todos lados; cada rincón de aquel lugar se
había transformado en un nicho de expresión para las manifestaciones naturales
más poderosas jamás vistas; todas energizadas por el calor extra de la atmósfera.

En uno de los polos de la luna, una zona casi permanentemente abrazada
por el frió, un gigantesco glaciar se mueve, lentamente, casi
imperceptiblemente; triturando rocas y todo lo que se atraviese en su camino.
Algo es diferente, el ambiente es un poco menos frío que de costumbre en esa época
del año, el glaciar llega a la costa y se encuentra con el agua, un sonido
ronco se oye a la distancia, un titánico bloque de hielo del tamaño de un gran
país, se ha separado del casquete polar y es ahora un mega iceberg, que navega
en con las corrientes oceánicas, con rumbo desconocido.
Es el primero de muchos, tan solo una manifestación de lo que está por
venir.
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#CalentamientoGlobal
#Relato
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