Llamado a la conciencia

La posibilidad de que las corridas de toros sean parte del pasado, el creciente auge de organizaciones ambientalistas y defensoras de los animales, el compromiso que muchos adquieren para con estas y otras causas similares, hacen notar vientos de cambio en la sociedad, sin embargo surgen preguntas: ¿son moda?, ¿son capricho de algunos?... ni lo uno ni lo otro.

Ademas de ser causas completamente validad y justas, son un pretexto ideal para hablar de un tema que cada vez mas personas tienen en mente: nuestro papel en la conservación de nuestro hogar, la tierra... sucede que los tiempos cambian, que la mentalidad humana avanza, que la sociedad ya no es la misma que hace algunas décadas atrás, que los espectáculos sanguinarios están poco a poco perdiendo terreno en nuestra época.

Hay que señalar que las nuevas generaciones están cada vez mas conscientes de su lugar dentro del contexto que significa vivir en nuestro plantea. No podemos seguir pensando que, como seres humanos, somos los amos y dueños del planeta; una cosa es que seamos la especie mas inteligente, que hayamos evolucionado nuestra sociedad al nivel que en la actualidad observamos, que modifiquemos nuestro ambiente del modo que lo hacemos; pero otra cosa es sentirnos dioses de nuestro pequeño punto azul. 

Solo somos una especie animal más, una parte integrante del todo que significa nuestro planeta, en todo caso somos la especie que debería llevar la vanguardia del cuidado y preservación de nuestro hogar... no podemos seguir con la mentalidad consumista y desinteresada que hemos mostrado desde que notamos que podíamos usar los recursos a nuestra disposición. 

Debemos darnos cuenta que nuestra perspectiva de antaño es demasiado limitada, y es por eso que no somos capaces de obtener un cambio de mentalidad, tenemos que ver desde afuera y notar que en la inmensidad del universo, existe un pequeño punto azul, una diminuta partícula, en la cual esta montado el teatro de la vida en este planeta, y es que es así, vivimos en un lugar pequeñito en comparación con la magnificencia del cosmos... ademas somos únicamente una especie dentro de las millones que han existido en la tierra, como para pensar que somos realmente tan especiales.

No podemos por lo tanto sostener que tenemos derecho de hacer uso indiscriminado de nuestro hogar, de sus recursos, no tenemos el derecho de gestionar como lo hemos hecho, contaminando, aniquilando, destruyendo... en esencia somos la especie mas perjudicial que ha habitado el planeta, al menos hasta donde sabemos.


Ademas hay que notar que todas las acciones destructivas que hemos realizado se van a manifestar en nuestra contra tarde o temprano, cual karma. No podemos destruir un manglar y después lamentarnos por que una tormenta destruyo una gran ciudad, no podemos talar inmoderadamente y quejarnos luego por deslaves e inundaciones que acaban con miles de vidas humanas. Simplemente debemos entender que la vida, que la biosfera, que el medio ambiente, y que la tierra misma es un ser vivo, que existe a través de múltiples interrelaciones, cadenas de seres vivos e inertes, de clima, de téctonica, de muchas cosas que se relacionan de modo que si alguna de ellas es modificada del modo en que el humano lo hace, esto desestabiliza el orden natural y ello conlleva consecuencias, que invariablemente somos incapaces de soportar, de predecir o de sobrevivir.


El llamado es a una mayor humildad, a una conciencia mas profunda, a una búsqueda de lo interno del ser humano, de esas conexiones ancestrales con la madre tierra
, esas conexiones que hemos callado, que hemos olvidado, que hemos ignorado desde hace tanto tiempo, que apenas podemos tratar de hallar muy en nuestro interior. Pero no hay de otra, o ¿es qué esperaremos hasta el punto del no retorno para entonces cambiar?, eso sin duda no puede suceder. 

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