El gran escape

La idea de que el Fürer hallara la forma de burlar el sitio de Berlín, y tomar rumbo con destino a su escape, luce cada vez más factible. Por ende, el argumento de su suicidio y posterior cremación, se cae a pedazos. La narrativa histórica dice que Adolfo Hitler acabó con su propia vida, usando para ello un revolver; muriendo así junto a su amante, Eva Braun dentro del infame Führerbunker. Sin embargo, no existen pruebas fehacientes de que esto haya sido así. Dicho relato está sustentado únicamente por los testimonios de los soldados nazis, quienes dijeron haber cremado el cuerpo del dictador germano, antes de que llegaran los soviéticos; dejando restos humanos calcinados como resultado. Ahora sabemos que ninguno de los mencionados testigos pudo verificar de forma alguna, que efectivamente estaban quemando los restos del canciller alemán. Tan solo pudieron ver una sabana envuelta en lo que parecía ser un cadáver. Al no haber pruebas de que otra cosa hubiera ocurrido, los ...